Consejos para apoyar a un familiar que vive con diabetes
Por: Melinda Ramírez
Psicóloga y especialista en diabetes
Si tienes un ser querido que vive con diabetes seguramente te has preguntado: ¿Qué debo hacer para ayudarlo? ¿Qué es mejor para su salud? En principio, para poder ayudar a alguien más debemos tratar de comprenderlo, usando la empatía como herramienta para entender mejor a esa persona, ya que una de las principales problemáticas que vive una persona con diabetes es la incomprensión.
La empatía es una de las habilidades que componen la inteligencia emocional de una persona. Por medio de la empatía podemos comprender a las demás personas porque nos permite percibir los sentimientos e ideas de otros para así poder responder de manera adecuada a sus necesidades afectivas (1).
Cuando llega la diabetes la vida cambia de manera inesperada. De repente lo que considerábamos normal ya no lo es y se vuelve un peligro seguir viviendo de la misma manera que se ha hecho siempre. Esto hace que muchas personas con diabetes se sientan pesimistas ante el futuro y ¿cómo no sentirse así con todos los mitos alrededor de diabetes, las prohibiciones e historias con desenlaces terribles que la gente le cuenta? Es entendible que se sienta miedo o enojo y que toda esta situación ocasione en la familia y el paciente sentimientos de soledad e impotencia.
Realmente la diabetes no afecta solo a la persona diagnosticada, si no que a todos los miembros de la familia también, especialmente a los que son más cercanos a él paciente. Aunque los demás miembros del grupo familiar no tengan un diagnóstico de diabetes, tienen un papel muy importante en el tratamiento de éste y viven con diabetes porque están presentes en los momentos cruciales que influyen en el apego del paciente a su nueva vida.
El apoyo familiar es tan importante como el medicamento y la alimentación porque ayuda a disminuir el estrés de la situación, al mismo tiempo que se beneficia de la adaptación a un nuevo estilo de vida. Para ello se necesita que todos los miembros de la familia trabajen en equipo para aclimatarse al cambio y puedan adoptar nuevos hábitos, así como nuevos papeles, para regresar el equilibrio a la familia y a la salud del paciente (3). Una mala actitud de la familia ante la enfermedad puede impedir llevar a cabo un tratamiento adecuado, lo cual aumenta la dificultad que tendrá el paciente en sus cuidados, disminuyendo su calidad de vida. En muchos casos, los familiares suelen ponerse enérgicos y confundir el interés con la preocupación por la salud, juzgando y regañando a la persona con diabetes. Esto puede esto puede convertirse en una agresión, causando angustia, discusiones y malos entendidos, haciendo que la persona que vive con diabetes perciba a los miembros de su familia como un factor estresante. Estos desacuerdos influyen en la percepción de sí mismo, de la persona que vive con diabetes, y de su vida y sus actitudes ante el tratamiento; por ejemplo, adoptando una actitud de rebeldía que lo impulsa a hacer lo contrario de lo que se le sugiere para su bienestar (2).
Cuando se habla de apoyo en familiar no significa que la familia tiene que sacrificar todo por el paciente, más bien que deben recordar el amor que se tienen, mostrar interés por lo que está pasando en la vida del paciente y hacerse compañía, ya que si una persona se siente querida, podrá con facilidad sentirse motivada para cuidar de sí misma (3).
A continuación te dejo algunas sugerencias para apoyar de una manera activa en el cuidado de diabetes.
- Edúquese sobre la diabetes.
- Aprenda a utilizar herramientas para el cuidado de diabetes, como el glucómetro y la aplicación de insulina.
- Aprenda a reconocer una emergencia, como la hipoglucemia, para saber que hacer y cómo evitarlo.
- Conozca a sus especialistas y el lugar a donde acude a sus citas.
- Sea solidario con su pariente y trate de adoptar hábitos más saludables, como comer parecido o igual a lo que él come.
- Evite llevar a casa alimentos que puedan subir sus niveles de glucosa para reducir riesgos y tentación.
- No juzgue a su pariente porque puede generalizar todos los actos de la persona que vive con diabetes, minimizando sus éxitos diarios.
- Evite “juegos” que puedan dañar la autoestima de la persona que vive con diabetes, como llamarlo por un apodo que se refiera a su condición de vida.
- No sobreproteja a su pariente porque puede hacer que éste sea dependiente de usted, creando sentimientos de minusvalía por no sentirse capaz de realizar cosas por sí mismo (3).
- Motívelo a realizar ejercicio e invítelo a seguir cumpliendo todo lo que pueda con su tratamiento.
- Ayúdelo a organizarse con sus medicamentos y planes alimenticios para que no se olvide de seguirlos.
- Interésese por sus logros y festéjelo con él.
Si es un familiar de una persona con diabetes, siéntase orgulloso de ser parte de esta etapa tan importante de cambios saludables, ya que cambiar de vida habla de valentía; “Diabetes no es el final del camino es el inicio de nuevos retos”.
Bibliografía:
- Pagina Web. Definición.DE http://definicion.de/empatia/
- Pagina web. American Diabetes Association. 8 consejos para las personas que cuidan de personas con diabetes. http://www.diabetes.org/es/vivir-con-diabetes/diagnostico-reciente/8-consejos-para-las-personas.html?referrer=https://www.google.com.mx/
- Pagina web. Jeannette Cifuentes R y Nivia Yefi Quintul. La familia: ¿Apoyo o desaliento para el paciente diabético. Modulo I. Tendencias en la salud Pública: Salud familiar y comunitaria, y promoción, Osorno abril del 2005. (Programa de diplomado para la salud pública y salud familiar) http://medicina.uach.cl/saludpublica/diplomado/contenido/trabajos/1/Osorno%202005/La_Familia_y_el_paciente_diabetico.pd